sábado, 14 de noviembre de 2009

Ficha de cuidados del Murcielago de la fruta (Rousettus aegyptiacus)


POR FAVOR TENGA EN CUENTA QUE ESTE ANIMAL NO ES UNA MASCOTA.

CLASIFICACIÓN
Família: Pteropódidos
Orden: Quirópteros
Clase: Mamíferos
DISTRIBUCIÓN

La especie aegyptiacus se distribuye por África, Pakistán y sudeste asiático. Las diferentes subespecies se encuentran repartidas por Egipto, Israel, Chipre, Líbano, Siria, Turquía, Malasia, Sulawesi y Filipinas.
DESCRIPCIÓN Y HÁBITAT

El vampiro de la fruta es un gran murciélago de 95 a 177 mm de longitud de cabeza y cuerpo, con una cola de 65 a 103 mm y un peso que oscila entre 81 y 170 gramos.
Los machos son claramente más grandes que las hembras. De coloración bastante discreta y monótona, las partes superiores son marronaceas mientras que las inferiores algo más claras. La cabeza tiene cierto parecido con la de un zorro ya que no presenta las típicas estructuras complicadas de los hocicos y orejas de otras especies de quirópteros de menor tamaño (microchiroptera).
Ocupan una gran variedad de hábitats, desde las tierras bajas hasta las montañas, donde frecuentan y descansan en viejos templos, grietas de rocas, árboles y, sobretodo, cuevas.
Viven formando grandes colonias de hasta 9.000 individuos que se apiñan estrechamente manteniendo el contacto corporal. En estas colonias, las peleas son constantes y van acompañadas de ruidosos gritos y roncos carraspeos por lo que suelen ser bastante ruidosos e inquietos durante las horas diurnas. La mayor parte de la actividad se concentra al atardecer y por la noche, no obstante, se han observado vampiros de la fruta volando durante el día.
Determinadas poblaciones de este vampiro realizan migraciones estacionales, además, son bastante irregulares en cuanto a su presencia en una zona concreta ya que la rápidamente cuando el alimento deja de estar disponible.
MANTENIMIENTO EN CAUTIVIDAD

Lo ideal son los cercados grandes donde los vampiros de la fruta disponen del espacio necesario para realizar todas sus actividades normales, sin embargo, muchos investigadores y parques zoológicos los han mantenido con éxito en emplazamientos más pequeños permitiéndoles, por lo menos cada dos días, ejercitar el vuelo en una sala temporal (preferentemente circular) acondicionada para este fin; ya que los músculos de animales que no han podido volar durante un mes (aprox.) acaban por atrofiarse y pierden la habilidad para volar.
INSTALACIÓNES

Existen una serie de condiciones muy importantes que hay que respetar a la hora de construir una instalación que vaya a albergar a una colonia de murciélagos:
Todas las superficies con las que entren en contacto directo deben ser no abrasivas.
Hay que evitar el uso de acero galvanizado porque la orina corroe las superficies estañadas y puede causar envenenamiento por ingestión de zinc. Por lo tanto, si un cercado contiene alambre, es recomendable que este recubierto de vinilo o teflón o sea una malla de polietileno. El tamaño de la luz del alambre o malla deben ser lo suficientemente pequeñas para impedir el paso de un ala, pero no tanto como para impedir que puedan colgarse de él con las garras. Existe la posibilidad de colocar una pared frontal de cristal, aunque puede ser necesario grabar o enjabonar dicho cristal durante unos días hasta que los animales se acostumbren a él. En este caso, como en el resto de alojamientos, es indispensable asegurar una buena ventilación para evitar el aumento de malos olores y la aparición de microorganismos nocivos.
En el caso de construir una instalación tipo cueva, esta debe ser semi-áspera, para facilitar el agarre de los vampiros, y es aconsejable crear muchos pequeños entrantes cóncavos para ofrecer múltiples territorios. Finalmente, la bóveda debe ser desigual y caracterizada por muchos niveles de elevación para simular un ambiente natural.
En el caso de una construcción al aire libre, el uso de un cercado doble reducirá la posibilidad de fugas. En este caso, el segundo cercado debe estar a más de 5 cm para minimizar el riesgo de que una pata alcance el alambre exterior y quede enredada con el interior. Además, siempre deben proporcionarse áreas sombreadas, naturales o artificiales, y zonas resguardadas del viento y la lluvia.
Los vampiros pueden descender de vez en cuando al suelo, por lo que se recomienda un substrato natural como tierra, césped o incluso paja, pero hay que evitar el uso de arena ya que podrían ingerirla. Otra opción, más higiénica, es la de enlosar el suelo y colocar un buen desagüe para facilitar su limpieza. Hay que evitar bordes afilados de ramas, rocas, etc... que podrían dañar e incluso rasgar las alas.
Puede completarse la instalación con la colocación de ramas rugosas, sogas pesadas, vides, troncos … que permitan a los animales trepar, esconderse, desgastar las uñas, etcétera.
Es aconsejable el uso de rociadores para refrescar el ambiente y como fuente de agua.
En cuanto a la temperatura, el rango correcto se sitúa entre 21 y 30ºC pero no toleran temperaturas demasiado bajas durante extensos períodos de tiempo por lo que en algunos casos será necesario el aporte de calor suplementario. Si se utilizan lámparas de calor hay que protegerlas adecuadamente del contacto directo para que no puedan producirse quemaduras; además, es recomendable proporcionar varios puntos de calor para evitar enfrentamientos y agresiones entre ellos por hacerse con un lugar cerca de la fuente de calor.
Con respecto a la humedad, existen pocos datos, sin embargo, humedades relativas del 60 al 90% parecen adecuadas. Si es demasiado baja, aparecen síntomas muy evidentes como resquebrajamiento de uñas y alas, y piel reseca.
A pesar de tratarse de animales de hábitos crepusculares y nocturnos, los vampiros de la fruta necesitan unas condiciones de fotoperiodo natural, es decir, no pueden mantenerse las 24 horas en oscuridad absoluta. Durante el día (de 10 a 12 horas) la iluminación puede llevarse a cabo con tubos fluorescentes de espectro de luz solar mientras que por la noche son sustituidas por halógenos con filtros azules que simulan el color y la intensidad de la luz de la luna. Hay que evitar a toda costa los cambios bruscos de iluminación que podrían darse al apagarse los fluorescentes de luz día y entrar en la más absoluta oscuridad.
ALIMENTACIÓN

La dieta natural del vampiro de la fruta consiste básicamente en frutos, polen, néctar y otras partes de plantas nativas. A veces llegan a recorre grandes distancias entre sus lugares de descanso y sus zonas de alimentación (hasta 15 km.) con su vuelo lento pero potente. Generalmente detectan el alimento con el olfato. Una vez esto ocurre, pueden mordisquear el alimento mientras revolotean o posarse en un árbol y trepar por él en busca de sus frutos o flores. Ingieren el alimento colgados de una rama por una pata, mientras que con la otra presionan contra la barbilla la pieza de fruta para poder morderla. En ocasiones mastican flores para obtener el néctar.

En cautividad podemos ofrecerle una gran variedad de fruta (manzana, plátano, uva, pera, papaya, higos secos, melón, kiwi, …), vegetales (zanahoria, judías verdes, maíz, lechuga, espinacas, etc.).
Cuando comen los Rousettus aplastan la pulpa de la fruta madura en la boca, engullen el zumo y escupen los restos de pulpa y semillas, aunque parte de la pulpa tierna es engullida. El material tragado pasa a través de un tracto digestivo muy simple en un tiempo muy corto (una media hora).
REPRODUCCIÓN

Según parece, algunas poblaciones de vampiro de la fruta presentan dos períodos de reproducción dentro de un mismo año, sin embargo la mayoría de las hembras crían solamente en uno; esto es posible gracias a que las hembras pueden experimentar un breve estro post-parto (período de fertilidad justo después del parto) y entonces tener descendencia en dos estaciones diferentes del año.
Tras una gestación de unos 4 meses nace un solo pequeño, raramente gemelos, de unos 20 gramos de peso, que cuida la madre hasta que alcanza los 2,5-3 meses de edad, momento en que la cría es destetada y ya está capacitada para volar por sus propios medios.
En cautividad la mayoría de los nacimientos ocurren durante la primavera (marzo, abril y mayo) con una sola cría por nacimiento en un 75% de los casos (25% gemelos) mientras que los segundos nacimientos se dan de finales de julio hasta principios de noviembre. La madurez sexual de algunas hembras es alcanzada a los 7-8 meses de edad, no obstante, otras no lo son hasta los 15-16 meses.
CURIOSIDADES

Parece ser que los Rousettus son el único genero de la familia con la capacidad de orientarse a través del sentido de la ecolocalización, ya que el resto se guían por la vista, y que básicamente consiste en un mecanismo por el cual obtienen información exacta de su entorno gracias a la emisión y posterior recepción de unas ondas sonoras que producen mientras vuelan.
Como todos los murciélagos, cuando descansan se cuelgan de los pies boca abajo.
En cautividad pueden vivir más de 30 años.
No parece que las poblaciones de este quiróptero estén en grave peligro, sin embargo, si son constantemente perseguidas por el hombre, ya sea para alimento, para el comercio lucrativo o, sobretodo, por el daño que producen a las cosechas de frutales. A parte de la persecución a la que es sometido por parte del hombre, los vampiros de la fruta deben enfrentarse a otros peligros como son el gran numero de depredadores que tienen (especialmente gatos) y a las extremas condiciones que ocurren en algunos inviernos, y que reducen considerablemente el numero de sus poblaciones. Actualmente la actitud hacia los murciélagos está mejorando.
Articulo escrito por Sergi Clivillé Rovirosa Biólogo